CAPITULO 3. LOS MUCHACHOS DE ANTES.

SORRENTO:

Entra en la habitación de Mecha y hay una biografía de Jorge Keller "A young chessboard life" . Ve un documento en el que se lee que Mercedes nació en Granada el 7 de junio de 1905. Actualmente vive en Lausana (suiza) y tiene 3 años menos que Max (61).
pg. 97 reconoce el collar de perlas que ya llevaba a bordo del Cap Polonio y que en la actualidad costaría unos 5.000 dolares (el sueldo de 3 años como chófer) lo devuelve a su estuche.



BUENOS AIRES:

Vestibulo del hotel Palace de Buenos Aires
página 102 hay una interesante conversación entre Max, Mecha y Armando. Dudan entre ir a Barracas o a Boca. Max explica como el barrio de Boca es más de marineros y gente de paso y que Barracas es más auténtico. Lugar de inmigrantes españoles, italianos y polacos.
En la página 105 hay cierta tirantez entre Armando y Max y éste le dice "Si hay compromiso nos veremos los tres en el, no solo yo... ¿De verdad es necesario que venga su esposa?" página 106 otro diálogo digno de mención en el que Armando le pregunta a Max por qué los acompaña y Max le dice que no sabe por qué, aunque la razón es obvia para todos; se trata de Mecha. En un kiosko ven la revista "Caras y caretas" en la portada Gardel.
Ravel y Troeye han hecho una apuesta si Ravel hizo un bolero Armando escribirá un tango (107) página 109 "Ud me parece un catalizador interesante. Y déjeme decirle algo que seguramente compartirá. [...] Ninguna mujer, ni siquiera la mía, vale más de un billete de 100 pesos o una noche en vela, a menos que uno esté enamorado de ella."

SORRENTO Se disputa la partida Sokolov contra Keller. Campanello es el millonario que patrocina el partido. Está en silla de ruedas tras un accidente de coche.

  BARRACAS Aparecen en una limusina Pierce-Arrow color berenjena
Página 117. Nos habla de la diferencia entre prostitutas y coperas. Las coperas bailan y reciben una ficha por cada baile que el patrón canjea por unos céntimos. No todas tienen cofiolos (chulos); algunas son tangueras decentes. página 123. La guardia vieja no utilizaba piano y fuelle, sino flauta y guitarra.

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