CAPITULO 2. TANGOS PARA SUFRIR Y TANGOS PARA MATAR.

SORRENTO:
Max habla con Tiziano Spadaro, el recepcionista del hotel Vittoria. Spadaro mira a Max e intuye que ha vuelto a las andadas. Le pide una habitación y aunque al principio pone reparos no tarda en conseguirsela. La última vez que coincidieron en circunstancias parecidas fue en Nápoles en el hotel Vesubio. En esa ocasión robaron a Silvia Massari. 
CAP POLONIO:
 El viaje es apacible y algunos pasajeros juegan a juegos de mesa, uno de ellos es el steeple-chase
Nos habla de un pasajero que conoció en el Cap Arcona Brereton (personaje real) del que he publicado una entrada aparte.
Max se había hijo de un asturiano emigrado a Buenos Aires, se crío allí hasta los 14 años. Max habla con Armando de Troeye sobre los tangos, éste le dice que los baila de una manera auténtica y Max le contesta:
 "-Porque no tienen nada de auténticos. El tango original es diferente.
[...]
- Vaya... ¿Cómo es?
- Más rápido, tocado por músicos populares y orejeros. Más lascivo que elegante, por resumirlo de algún modo. Hecho de cortes y quebradas, bailado por prostitutas y rufianes."

Armando le invita a comer, estarán los tres.

SORRENTO:
Max se mira en el espejo, se analiza, y se mira una cicatriz que le recuerda la huella de una bala de un paco rifeño que le rozó un pulmón en Taxuda (Marruecos) en 1921, y que acabó con su vida militar de legionario. El nombre real es el de Máximo Covas Lauro.

CAP POLONIO:
Max le cuenta a Armando la historia del tango, este se sorprende cuando le habla de la influencia de la música negra en este baile. "-¿Tangos de negros?

Compadritos, compadres y compadrones:

  • Compadritos: nietos de gauchos que emigran a los arrabales de la ciudad
  • Compadres y compadrones: gente más peligrosa, algunos auténticos hampones y otros gente que aparenta serlo.
Habla del tango dame la lata 


El tango de la vieja guardia: es ese tango original, del que habla Max. El de los rufianes y las prostitutas.



SORRENTO:
Mecha no parece fijarse en Max, que se encuentra en la terraza del hotel. Recuerda el encuentro que tuvieron en Niza en 1937.

CAP POLONIO:
Mecha le habla a Max de su marido. Le dice que pretende hacer un tango que sea pastiche de pastiches, algo así como el Quijote con los libros de caballerías. Le pregunta si volverá a Europa en el viaje de vuelta, probablemente no.
Hay tangos para morir y tangos para matar esa frase le gusta a Mecha pero le dice que es de un soldado que conoció Dolgoruki-Bragation. Mecha le dice que es más nombre de aristócrata ruso que de soldado.
Le habla de la guerra en la que participó en Marruecos.

SORRENTO:
Spadaro le dice el número de habitación en la que se aloja Mecha, la 4292. Entra en la habitación con una ganzúa que le recuerda otros tiempos. De nuevo silba el "Hombre que desbancó Montecarlo"



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